Rosa no se pierde las entrevistas televisadas de "La mesa" y sueña con contar su vida, pero al sentarse a hablar con León algo la detiene, es presa de un ataque de nervios y decide irse. Por su parte, Pablo habla de su madre recién fallecida, la honra en su memoria y se da cuenta de que los gratos recuerdos que tiene de su pueblo solo quedarán en eso, porque nunca regresaría a vivir allá.
Rosa no se pierde las entrevistas televisadas de "La mesa" y sueña con contar su vida, pero al sentarse a hablar con León algo la detiene, es presa de un ataque de nervios y decide irse. Por su parte, Pablo habla de su madre recién fallecida, la honra en su memoria y se da cuenta de que los gratos recuerdos que tiene de su pueblo solo quedarán en eso, porque nunca regresaría a vivir allá.